¿La dieta perfecta?
Muchas personas se preguntan qué tipo de dieta deben seguir para conseguir perder peso de forma efectiva y rápida. Las dos dietas más usadas para este objetivo son las dietas baja en carbohidratos y las dietas bajas en grasa. En este artículo, nos centraremos en analizar qué tipo de dieta es mejor para este proceso y qué diferencias hay entre usar una u otra.
En primer lugar, hay que mencionar que a lo largo del artículo, cuando vayamos hablando de las diferencias entre una dieta baja en grasas y una dieta baja en carbohidratos, siempre partimos desde el factor que ambas dietas contiene las mismas calorías, lo único que cambia son las cantidades de grasa y carbohidratos.
¿QUÉ SE CONSIDERA UNA DIETA BAJA EN HIDRATOS? ¿Y UNA BAJA EN GRASAS?
La dieta baja en hidratos hace referencia a un tipo de dieta muy utilizada para el tratamiento de la obesidad y la diabetes, donde los alimentos ricos en hidratos de carbono fácilmente digeribles, como por ejemplo el azúcar, pan blanco o la pasta son limitados o sustituidos por alimentos que contienen un mayor porcentaje de proteínas y grasas. Como norma general, estas dietas son bajas en calorías, pero altas en proteína, fibra y grasas.
La dieta baja en grasas, como su nombre indica, hace referencia a un tipo de dieta baja en grasas saturadas y colesterol, muy utilizada para reducir enfermedades del corazón y la obesidad. Se caracteriza por ser una dieta alta en proteínas y fibra.
Como norma general, las dietas bajas en grasa, consumiendo las mismas calorías, se consumen cantidades de alimentos más grandes que las dietas bajas en carbohidratos, ya que, las grasas aportan 9 kcal en frente de las 4 de los carbohidratos, por lo que haciendo una reducción de alimentos más pequeña se consigue una mayor reducción calórica.
No obstante, las grasas presentan un poder saciante superior a los carbohidratos por lo que, en términos generales, las dietas bajas en hidratos y altas en grasas acostumbran a ser más saciantes, característica que hace que sean más fáciles de seguir.
LA CIENCIA HABLA…
Un importante ensayo clínico publicado por la Universidad de Stanford en colaboración con el Instituto Nacional de Salud de los EE. UU, la Iniciativa de Ciencias de la Nutrición (NuSI) y un equipo de expertos en nutrición, involucró a más de 600 participantes a un estudio, durante 12 meses, donde se compararon las dietas bajas en grasas con bajas en carbohidratos, durante un proceso de pérdida de peso.
Los participantes tenían un IMC promedio de 33 (obesidad de clase I) y la edad promedio fue de 40 ± 7 años. Además, todos ellos eran libres de condiciones de salud importantes como colesterol alto, diabetes o cáncer.
Durante esos 12 meses los participantes acudieron a 22 sesiones de asesoramiento dietético con un dietista licenciado para mantener un control de sus respectivas dietas.
Todos ellos empezaron con una dieta baja en calorías, grasas y carbohidratos. Con el paso de las semanas, la mitad de los participantes aumentaron de forma progresiva las grasas y la otra mitad aumentaron los carbohidratos.
Como se aprecia en la imagen, el total calórico en ambas dietas fue prácticamente igual durante todo el proceso.
¿CUÁL ES MEJOR?
Pasados los 12 meses, se analizaron los resultados de ambos grupos:
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El grupo que con la dieta baja en carbohidratos, consiguió perder 6 kg.
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El grupo con la dieta baja en grasas perdió 5,3 kg.
Ambos grupos pudieron mejorar ciertos marcadores de salud como el IMC, el porcentaje de grasa corporal, la circunferencia de la cintura, la presión arterial, la insulina en ayunas y los niveles de glucosa en sangre.
En este gráfico se muestra la pérdida de peso de cada uno de los participantes del estudio. Cada barra representa el cambio de peso de un solo participante.
Como se puede apreciar, la diferencia entre la pérdida de peso de los que siguieron la dieta baja en hidratos y los que siguieron la dieta baja en grasas fue mínima.
Mientras que la pérdida media de todos los participantes fue de 5,7 Kg, se puede observar como alguno de los participantes llegaron a perder más de 20 Kg y otros incluso aumentaron su peso.
Conclusiones:
Como podemos observar en este estudio, no existe una dieta que sea la más efectiva para la pérdida de peso. Lo realmente importante es el total de calorías que se consumen al largo del día y la adherencia que tenga la persona hacia esa dieta.
Diversos sondeos demuestran que uno de los principales causantes del fracaso durante el seguimiento de una dieta es la falta de adherencia provocada por la baja personalización de la misma. Mucha gente decide seguir una determinada dieta porque ha visto resultados en algún familiar, amigo o conocido, y aunque algunas ocasiones puede resultar efectivo, la gran mayoría de veces es contraproducente ya que no se obtienen los resultados deseados provocando una gran frustración.
Como recomendación, la dieta que mejor le funcionará será aquella que se adapte a sus necesidades nutricionales y contenga alimentos de su agrado con el fin de poderla mantener sin que suponga una carga o una molestia para su día a día.
Además, es muy importante que esa dieta contenga alimentos integrales o con mucha fibra que le ayudarán a aportar saciedad y evitar la ansiedad por la comida. La falta de alimentos saciantes en una dieta se ha vinculado a una mayor tasa de abandono.
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