Actividad física para la fibromialgia
Para pacientes con fibromialgia (FM) la actividad física es la primera alternativa no farmacológica que se ha estudiado y demostrado que existe.
Cada vez hay mas personas que padecen patologías reumatológicas y que la FM es una de las que tiene un índice más alto entre ellas. Estas personas normalmente reúnen unas mismas características entre las que se encuentra el sedentarismo como problema mas importante. Además de ello, la rigidez muscular y la baja condición física hacen que a lo largo que transcurre la patología, estos sujetos tenga una fatiga y dolor crónico que desencadena posiblemente en trastornos anímicos y depresión, condicionando también una alteración en el sueño y una afectación en el descanso.
¿En qué afecta la Actividad Física a la FM?
Algunos estudios científicos demuestran que la actividad física ha generado un gran beneficio en estas personas en cuanto a las capacidades de fuerza y de resistencia, sobre todo en capacidades aeróbicas, en cambio en otras capacidades como la flexibilidad, no se han encontrado mejoras considerables.
¿Qué mejoras aporta la actividad física a la FM en cuanto a capacidades aeróbicas?
Van Saten(2002), demuestra que hay beneficios en la capacidad aeróbica realizando sesiones de trabajo con poco impacto mecánico como el Taichi, yoga, caminar sobre cinta, ejercicios en agua y ejercicios cardiovasculares aeróbicos.
Nichols i Glen (1994) y Wigers et al.(1996). Tras realizar distintos estudios con ejercicios aeróbicos de baja intensidad, encuentran unos beneficios entre grupo control y grupo experimental de mejoría del dolor crónico, descenso de la depresión y mejora en la alteración del sueño.
Meiwon et al. (2000) determinan con programas de intensidad media aeróbicos una mejora de la capacidad aeróbica y un descenso del dolor corporal.
¿Qué mejoras aporta la actividad física a la FM trabajando la fuerza?
Ramsey et all. (2000) trabajaron sobre los beneficios del trabajo de fuerza en dichos pacientes y encontraron que, tras realizar su plan de estudio, los pacientes mejoraron en fuerza muscular. La metodología fue simple, empezaron con cargas de 40-60% y tras las 6 semanas, pasaron las cargas a 60-80%. Al subir dicha intensidad, fue contraproducente y los pacientes empeoraron por dolencias de DOMS superiores a sus umbrales de dolor. Así que mantuvieron un trabajo bajo-medio para no sobrepasarse de cargas y mantener estas mejoras.
Meyer y Lemley (2004) por otro lado vieron como el trabajo de fuerza fue beneficioso psicológicamente para ganar seguridad, disminuir la ansiedad, la depresión y subir el estado anímico, de tal forma que en los pacientes les mejoro el estado anímico, esto puede ser debido al factor psicológico de verse mas fuertes consigo mismos y mas capacitados para poder realizar mas acciones. Además de mejorar en su estabilidad y control motor del cuerpo, teniendo mejores respuestas propioceptivas.
Beneficios de la actividad física para pacientes con FM:
- Alivio del dolor crónico.
- Aumento del sueño.
- Bienestar psicológico.
- Mejora del estado anímico.
- Disminución de la ansiedad.
- Disminución de la depresión.
- Aumento de masa muscular.
- Aumento de la fuerza muscular.
- Aumento de la capacidad aeróbica.
Recomendaciones sobre su prescripción:
- Plan de actividad física como primera alternativa no farmacológica.
- De 2 a 3 días semanales progresivamente.
- De 30 a 90 minutos por sesión progresivamente.
- Ejercicios de baja – media intensidad.
- Trabajar con un profesional preparado.
Es importante trabajar la actividad física no solo para la estética, sino para ayudar y colaborar con las personas que tienen patologías y ayudarles a hacer de la actividad física un habito saludable y de vida.
Es genial saber que la mejor medicina que existe, es la actividad física y el movimiento, con un poquito de movilidad diariamente, evitaríamos grandes problemas de futuro, prevenir es la mejor receta que existe!
Bibliografía:
Sañudo, B. Et al. (2010). Evidencias para la prescripción de ejercicio físico en pacientes con fibromialgia.
Tomas-Carus, P., Gusi, N., Leal, A., García, Y., & Ortega-Alonso, A. (2007). El tratamiento para la fibromialgia con ejercicio físico en agua caliente reduce el impacto de la enfermedad en la salud física y mental de mujeres afectadas. Reumatología clínica, 3(1), 33-37.
Montoya, M. G., Martin, Á. P., Salio, A. M., Fuentes, J. V., Alberch10, E. A., & de la Cámara11, A. G. (2010). Documento de Consenso interdisciplinar para el tratamiento de la fibromialgia. Actas Esp Psiquiatr, 38(2), 108-120.