La naturaleza del ayuno

La naturaleza del ayuno

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El ser humano es un animal, y como tal, no puede escindir de la Madre Naturaleza. Vivimos en una sociedad avanzada donde la tecnología se supera cada vez más, pero nuestros genes con pequeños cambios orientados a involucionar, siguen siendo idénticos a los de hace miles de años… Los hábitos de vida nos consumen, agotamos los recursos naturales, y aunque la sensibilidad ecológica sigue estando presente, nosotros no la hacemos presente.
 

Aquel recolector cazador que se mimetizaba con la naturaleza, era parte de ella, se nutría y vivía en perfecta armonía, ese era el ser humano.
 

¿Entonces?

 

Da que pensar. Esto no significa que volvamos al pasado, se trata de cuestionar donde estamos, para saber a dónde queremos ir, reflexionar y tomar conciencia de que estamos perdiendo nuestra identidad.
 

No se trata de renunciar a la tecnología y los usos económicos, debemos saber adaptarnos correctamente.
 

Realizar actividad física, caminar descalzos por la arena, huir de vez en cuando a la montaña, respirar aire puro, bañarnos en un río, plantar árboles, tomar el sol, escuchar el silencio del bosque, observar a los animales… Se requieren acciones racionales para lograr el equilibrio en la naturaleza y que nos permita seguir formando parte de ella.

 
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Escapa de los ruidos, evádete, medita, y sobre todo descansa, el descanso es un derecho, solo así, disminuirás los niveles de estrés, de irritabilidad y/o agresividad, porque estas consecuencias ocurren de manera acumulativa a medio y largo plazo.
 

Ayuno y naturaleza:

 

El ayuno está presente en nuestras vidas más de lo que nosotros nos imaginamos. Comenzando desde nuestros antepasados (ese recolector-cazador), donde había épocas de abundancia, la comida no escaseaba: Se alimentaba de bayas, fruta, frutos secos, semillas, etc. que encontraban a su paso, y si tenía la oportunidad de consumir moluscos, pescar o cazar un animal lo hacía, así éramos, y así, el genoma del ser humano fue moldeado durante miles de años de vida. Dentro de estos periodos, también había tiempos de escasez donde la comida era difícil de encontrar y el ser humano estaba expuesto a realizar periodos de ayuno hasta que tenía la oportunidad de alimentarse, era natural.
 

No obstante, debemos diferenciar entre el ayuno y el hambre. La diferencia entre el ayuno y el hambre es inmensa y bien demarcada. El ayuno debe ser como un descanso, “unas vacaciones fisiológicas”. Es como una medida de limpieza de la casa que debe ser más conocida y más ampliamente utilizada. Es común que el dolor, las fiebres, las congestiones gástricas e incluso las aflicciones mentales» quitan el apetito » y tratar de frustrar el propósito de la naturaleza en este sentido puede ser un error.
 

Bajo los tipos de ayuno que encontramos a día de hoy, como puede ser el ayuno instintivo, aquel que nuestro cuerpo sea por la razón que sea, no nos apetece comer, citaré los siguientes:
 

  • El ayuno cuando alimentarse es imposible: Por condiciones patológicas.
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  • El ayuno en la enfermedad.
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  • El ayuno en catástrofes: Por inundaciones, nieve, terremotos…
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  • Momentos de supervivencia.
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  • El ayuno religioso.
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  • Rechazos de comida: Vómitos.
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Como vemos el ayuno está presente en nuestras vidas, podemos quedarnos sin alimentos durante períodos prolongados sin dañar nuestros cuerpos u órganos, y es que el ayuno es una parte muy importante de la vida del hombre.
 

En los tiempos modernos, hemos creado un fetiche de comer, desarrollando un ridículo temor de no realizar una comida, ni siquiera por un día, y esto juega un papel importante en nuestra sociedad, donde la abundancia y la gula se apoderan, al margen de criticar la industria alimentaria, ya que si no me extendería demasiado, nosotros mismos no somos conscientes de este hecho.

 
Atracón
 

La razón del ayuno:

 

Rescatado del gran Herbert Shelton en 1934, este autor que escribió un libro clarividente sobre el tratamiento de la diabetes y otras enfermedades crónicas a través del ayuno y el tomar el sol, que aunque lejos de toda la información que nos regala, quería rescatar los siguientes puntos:
 

  • El ayuno, como un período de descanso fisiológico, proporciona a los tejidos y órganos del cuerpo la oportunidad de repararse, renovarse y reponerse. Los órganos dañados son reparados, desgastados y las células enfermas son desechadas y expulsadas.
     

  • El ayuno, como un período de reposo fisiológico, ofrece una oportunidad para la recuperación de la energía agotada.
     

  • El ayuno, porque obliga al cuerpo a confiar en sus recursos internos, obliga a derribar (por autólisis) de crecimientos, efusiones, infiltraciones, depósitos, acumulaciones y excesos. Éstos se revisan a fondo, sus componentes usables se emplean en nutrir los tejidos vitales, sus porciones inutilizables se excretan.
     

  • El ayuno, por los procesos anteriores y relacionados, permite al cuerpo regenerarse a sí mismo en un grado marcado. Se vuelve más joven en condiciones fisiológicas. Sus funciones son mejoradas, sus estructuras reparadas, y su aptitud para vivir aumentó.

 

Duración del ayuno:

 

La duración del ayuno va a depender de cada persona, si no se tienen patologías los periodos de ayuno serán mucho más cortos que si se posee una enfermedad, algunos estudios apuntan que, en personas con gota, artritis, diabetes, incluso el cáncer, periodos largos de ayuno de varios días son beneficiosos, y esto se debe consultar con un profesional actualizado que supervise de manera segura y eficaz estos periodos.
 
 

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