Los 7 beneficios del deporte
Los motivos por los cuales una persona realiza actividad física de forma rutinaria pueden ser muchos. Hay quienes practican deporte para mejorar su condición y apariencia física, otros lo hacen para mejorar ciertos parámetros de salud como puede ser el colesterol alto, el exceso de grasa o la sarcopenia e incluso hay quien practica deporte simplemente como hobbie para aislarse durante un tiempo de las responsabilidades del día a día.
Sea cual sea el objetivo final por el cual se practica ejercicio físico, el deporte resulta imprescindible para mantener un correcto estado de salud. En este artículo mostraremos la importancia de practicar deporte de forma habitual, analizando los 6 beneficios más demostrados y su influencia con el estado de salud.
Mejora los niveles lipídicos en sangre:
Practicar deporte de forma habitual, tanto si nuestra actividad física está centrada en el trabajo aeróbico (ciclismo, running…) como si lo está en el trabajo explosivo (musculación, crossfit…) ha demostrado en múltiples estudios ser un tratamiento efectivo para disminuir los niveles altos de lípidos (grasas) en sangre, tanto si se trata de una hipercolesterolemia (colesterol alto en sangre) o de una hipertrigliceridemia (triglicéridos altos en sangre).
El colesterol, así como los triglicéridos, tiene muchas funciones en nuestro organismo entre las que destacan ser un componente esencial para las membranas plasmáticas de las células animal, regulando la entrada y salida de sustancias, o la de ser el precursor de las hormonas sexuales progesterona, estrógenos y testosterona. Dicho colesterol viaja por nuestra sangre en forma de lipoproteínas (VLDL, IDL, LDL, HDL…). Las lipoproteínas VLDL, IDL y LDL viajan desde el hígado cargadas de colesterol, triglicéridos y ácidos grasos y lo van depositando en los diferentes tejidos corporales para que puedan ejercer sus funciones. El HDL es el encargado de “recoger” el excedente de colesterol y ácidos grasos y devolverlo al hígado.
Practicar deporte habitualmente aumenta la concentración de HDL, facilitando así la acción de recolección y evitando que los ácidos grasos y los triglicéridos se acumulen en exceso y tapen las vías circulatorias provocando una serie de enfermedades cardiovasculares como ictus, arterioesclerosis, trombos o cardiopatías isquémicas.
Mejora la apariencia física:
El deporte, junto a la nutrición, son las dos herramientas más determinantes que disponemos para mejorar nuestra apariencia física de una forma fácil, sencilla y económica. Realizar deporte de forma rutinaria, aunque no sea este nuestro principal objetivo, mejora la apariencia física. Claro está que en función del deporte que realicemos la apariencia física cambia de una forma u otra, pero como norma general, la apariencia física de una persona que practica deporte habitualmente es mejor que la de una persona que no lo practica.
Una mejora en la apariencia física, conlleva, en la mayoría de los casos, una mejora de la autoestima y la seguridad en uno mismo, mejorando así el estado emocional.
Mejora el rendimiento cognitivo:
El deporte mejora considerablemente el rendimiento cognitivo. Se ha demostrado que durante la práctica deportiva se segregan hormonas que entre otras acciones provocan una activación de las células madres neuronales, que favorece el desarrollo de nuevas neuronas, que pueden migrar a otras zonas del cerebro mejorando nuestro estado cerebral y optimizando los procesos de memoria concentración y atención. Además, el ejercicio protege al cerebro de agresiones externas e internas activando los sistemas de neuroprotección fisiológica encargados de proteger las células nerviosas.
Otro beneficio demostrado de la práctica deportiva, es el aumento de la oxigenación y la llegada de nutrientes a las células cerebrales que junto a la acción neuroprotectora comentada anteriormente, ayuda a evitar la aparición de enfermedades neurodegenerativas previniendo así el deterioro cognitivo tan característico en edades avanzadas.
Reduce el estrés y la ansiedad:
El ejercicio físico, ha demostrado aumentar la concentración de noradrenalina, una sustancia química que cuando se libera, reduce de forma considerable la sensación de estrés y ansiedad. Además, a nivel de sensaciones, la práctica regular de algún deporte, permite a nuestro cerebro desconectar de nuestras obligaciones, aunque sea por unos momentos, de forma que contribuye a mejorar dicha ansiedad al reducir la sensación de agobio y estrés.
Facilidad para conciliar el sueño:
Realizar deporte ayuda a conciliar el sueño principalmente a través de 2 vías. En primer lugar, aumenta la producción y liberación de hormonas que mejoran la relajación y ayudan a regular el ciclo sueño-vigilia. Por otro lado, practicar deporte de forma habitual provoca un aumento del cansancio físico lo que nos predispone a conciliar el sueño más rápidamente y hacer que este sea más profundo. También se ha demostrado que la práctica deportiva disminuye considerablemente la aparición de posibles trastornos del sueño ya que ayuda a combatir los principales causantes de los mismos.
Mejora la vida sexual:
Como hemos comentado anteriormente, el ejercicio físico promueve la fabricación y liberación de hormonas entre las que destaca la testosterona. Dicha hormona, entre muchas otras funciones, aumenta la libido (deseo sexual) tanto en hombres como en mujeres. Este factor, conjuntamente con la reducción del estrés y la mejora de la apariencia y del rendimiento físico, ayudan a mejorar la vida sexual en pareja.
Disminuye la aparición de tumores:
Según una investigación de la Universidad Edith Cowan (ECU), en Australia, la práctica deportiva que incluye con elevado estimulo muscular, provoca una mayor segregación en sangre de unas proteínas llamadas mioquinas, las cuales pueden suprimir el crecimiento de tumores y ayudar a las células T a combatir las células cancerígenas.