¿Qué es la intolerancia a la lactosa?
La intolerancia a la lactosa es uno de los problemas intestinales más frecuentes en nuestra sociedad. En España, cada vez hay más personas que sufren esta intolerancia y las cifras de diagnósticos de intolerantes a la lactosa se ha duplicado en los últimos 20 años. En este artículo hablaremos sobre esta intolerancia, analizando brevemente de qué se trata y los problemas que puede conllevar.
Introducción: Lactasa y lactosa
La lactosa es el azúcar de la leche, que es un disacárido formado por una molécula de glucosa junto con otra de galactosa. Las moléculas de lactosa no son absorbibles por lo que necesita ser digerida antes de poder ser metabolizada. Industrialmente, se añade lactosa a muchos productos para mejorar sus cualidades organolépticas y aumentar su vida útil, por lo que, además de estar presente en los productos lácteos, también se puede encontrar en determinadas carnes procesadas, margarina, bollería o cereales.
En nuestro intestino delgado producimos un enzima llamada lactasa que es la encargada de digerir la lactosa (hidrólisis de la lactosa) y separarla en sus dos moléculas para que posteriormente, sean absorbidas por nuestros intestinos.
Intolerancia a la lactosa:
Con la edad, sobre todo a partir del destete, y en el caso de la mujer, con la primera menstruación, se va perdiendo, de forma exponencial la fabricación de esta enzima, es decir, cada vez se sintetiza menos lactasa, dificultando, en algunos casos, la digestión de la lactosa. En los hombres, esta disminución paulatina comienza a partir del destete y se alza con la entrada en la adolescencia, pero es menos exagerada que en el caso de las mujeres.
La intolerancia a la lactosa sucede cuando no fabricamos la suficiente lactasa para digerir toda la lactosa que ingerimos, por lo que llega lactosa sin digerir a nuestros intestinos, y provoca los síntomas característicos de esta intolerancia como dolor abdominal, hinchazón abdominal, distensión abdominal, gases, náuseas, diarrea…
Causas de la intolerancia a la lactosa:
Como hemos comentado, la principal causa de la intolerancia a la lactosa es la pérdida progresiva de la fabricación de lactasa. No obstante, hay otros factores que también pueden provocar dicha intolerancia como son a una agresión de la mucosa intestinal ya sea por diarreas, medicamentos, cirugías u otras enfermedades que afecten al tracto digestivo.
Intolerancia a la lactosa en números:
Se considera que un 70% de la población mundial es intolerante a la lactosa. El motivo de esta intolerancia radica en la evolución. Durante millones de años, el ser humano, no necesitó digerir la leche más allá de los primeros meses de su nacimiento, ya que se alimentaba mayoritariamente de carne que cazaba y bayas que recolectaba. Esto hacía que la síntesis corporal de lactasa fuera muy baja. El consumo habitual de leche empezó hace 11 mil años cuando empezó la ganadería.
En función de cómo ha evolucionado el sistema alimentario de la región, la tasa de intolerantes a la lactosa varía mucho. En algunos países europeos, como es el caso de España, el 25% de la población presenta esta intolerancia, mientras que en países del sur de África, la tasa es superior al 95%. A continuación, se muestra el mapa de intolerantes a la lactosa a nivel mundial.
Relación intolerancia a la lactosa – Sistema inmune:
El consumo de lácteos de la vaca ha demostrado actuar como debilitador del sistema inmunológico en determinadas personas, ya que aumenta la producción de anticuerpos como respuesta inflamatoria a la entrada de estos lácteos. Este hecho se ha asociado a la intolerancia a la lactosa, ya que se ha visto que a las personas que les sucede, son intolerantes a la lactosa diagnosticados o en fases previas.
Esta disminución del sistema inmunológico puede conllevar a enfermedades como diabetes tipo I (Int. Arch. Allergy Immunol., 2016; Am. J. Clin. Nutrition, 2012) y síndrome nefrótico (Arch. Pedriatr. Adolescence Medical, 2012; Altern. Theraphy health medical, 2015), entre otras muchas enfermedades.
Conclusiones:
La intolerancia a la lactosa es un problema que hay que tener muy en cuenta ya que puede afectar gravemente nuestra salud. No obstante, tener esta intolerancia no debería suponer una eliminación completa de todos los lácteos ya que se pueden consumir aquellos que, mediante un proceso tecnológico alimentario, sean libres de lactosa, como es el caso de la leche sin lactosa, en la cual, se ha añadido lactasa para digerir por completo toda la lactosa antes de su comercialización.